Los virus del papiloma humano (VPH) son un conjunto de más de 200 virus que se transmiten habitualmente a través del contacto sexual. Inicialmente, el virus del papiloma humano se asoció solamente a las verrugas, pero investigaciones posteriores observaron que además estaba relacionado con otras enfermedades como el cáncer de cérvix. En la actualidad se distingue entre los VPH de bajo riesgo y los VPH de alto riesgo. Los de bajo riesgo pueden provocar verrugas en diferentes zonas del cuerpo como los genitales, la boca, el ano o la garganta. Mientras que los VPH de alto riesgo pueden causar diferentes tipos de cáncer. Estos virus se pueden prevenir con la vacuna frente al VPH. Existen ya datos de efectividad vacunal que demuestran que esta vacuna protege frente al cáncer de cérvix.
Los VPH son muy comunes y casi todas las personas que son sexualmente activas se han infectado alguna vez. Según datos del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, el 80% de las mujeres se infecta a lo largo de su vida de al menos un tipo de VPH. En general, estas infecciones no tienen consecuencias graves, dado que nuestro organismo consigue al final “controlar” el virus. Pero hay casos en los que nuestro organismo no consigue “eliminar” el virus, convirtiéndose entonces en una infección persistente que puede alterar las células infectadas y provoca cáncer. En España, 7,8 de cada 100.000 mujeres padecerán cáncer de cuello uterino al año. A pesar de ser más común en las mujeres, también los hombres se infectan, teniendo riesgo de padecer cáncer de pene, escroto y ano. En ambos sexos se ha descrito además la relación del virus VPH con el cáncer de orofaringe y amígdala.
Vacunación contra los VHP
La infección persistente por VPH es un proceso lento que requiere sobre 10-15 años para generar lesiones precancerosas. Por este hecho, aunque una persona esté contagiada y presente una infección persistente, tardará años en desarrollar la enfermedad. Como este virus está muy relacionado con la actividad sexual de las personas, la edad en la que se recomienda la vacunación es la preadolescencia, antes de tener las primeras relaciones sexuales, puesto que la vacuna es más eficaz si no se ha tenido ningún contacto previo con el virus. Además, la edad más temprana ha demostrado una mejor respuesta de protección. Por ello, la Asociación Española de Pediatría, a través de su Comité Asesor de Vacunas, aconseja la vacunación frente a VPH a los doce años, asegurando así la máxima protección. En la actualidad hay evidencia que los menores de 15 años consiguen una excelente protección con dos dosis, separadas por un periodo de 6 meses.
Inicialmente la vacuna fue indicada solo para el sexo femenino, por la relación encontrada de la infección de este virus con el cáncer de cérvix. En la actualidad existe evidencia de que el sexo masculino tiene también riesgo de padecer cáncer relacionado con VPH, por lo que la mayoría de los países han comenzado a vacunar a los varones, apostando por una vacunación neutral y global de los preadolescentes.
La SVP, en línea con las recomendaciones del CAV de la AEP, apuesta también por la vacunación de los niños frente al VPH, por un principio de equidad y de protección frente al cáncer en ambos sexos. Se espera además que la vacunación de todos los preadolescentes frente al Virus del Papiloma Humano consiga incrementar las coberturas vacunales actuales, generando un mayor impacto en la disminución de enfermedades relacionadas con este virus.
Tipos de vacunas del VPH
En España están comercializadas dos tipos de vacunas frente al VPH. Ambas vacunas se pueden utilizar en ambos sexos. Son las siguientes:
- VPH-2: esta vacuna protege de forma directa frente a los serotipos 16 y 18 del VPH y de forma cruzada frente a otros serotipos, causantes del cáncer de cuello de útero. En menores de 14 años se administran dos dosis separadas por al menos seis meses. Para mayores de 15 años son necesarias tres dosis, administrándose la segunda un mes después de la primera, y la tercera a los seis meses.
- VPH-9: esta vacuna protege de forma directa frente a los serotipos 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 del VPH, implicados en el desarrollo de cáncer, y frente a los serotipos 6 y 11, implicados en el desarrollo de verrugas genitales. Los menores de 15 años requieren dos dosis separadas por seis meses para su correcta inmunización. A partir de los 15 años son necesarias tres dosis, siendo la segunda dos meses después de la primera y la tercera a los seis meses
Las vacunas frente al VPH, tras más de 15 años de experiencia, han demostrado ser seguras, sin haberse relacionado con ningún evento adverso reportado, eficaces y efectivas para la protección de los cánceres provocados por este virus.
Países como Australia, en los que se vacuna a todos los preadolescentes independientemente de su sexo, se han propuesto a medio plazo, conseguir la eliminación de este virus mediante la vacunación, de modo que esperan poder conseguir erradicar esta enfermedad y sus cánceres relacionados en el año 2030. La esperanza futura es que esta vacuna llegue a todos los países del mundo, con la intención de conseguir eliminar este virus y sus consecuencias de la faz de la tierra.