Una de las dudas más frecuentes de los padres es si deben acudir a urgencias cuando los niños y adolescentes caen enfermos y ante qué síntomas deben presentarse rápidamente en el hospital o centro de salud. A esto se suma que, durante la actual pandemia por Covid19, muchas familias han evitado acudir a los servicios de urgencias hospitalarias o de los centros de salud por el miedo a exponer a los niños a un posible contagio. Ambos factores pueden aumentar el índice de niños con cuadros más grave y de más difícil tratamiento. Para evitarlo, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría explicamos a las familias en qué situaciones es importante acudir con los niños a las urgencias pediátricas.
Como punto de partida, en situaciones graves, como si el niño sufre un accidente en casa, una quemadura, una herida o hemorragia relevante, una convulsión o si pierde la consciencia, no tenemos ninguna duda de que es importante realizarle un examen médico y administrarle el tratamiento más adecuado, si así lo precisara.
Son otros problemas y síntomas los que, aunque puedan aparentar menor importancia, deben poner en sobre aviso a las familias y propiciar la visita a urgencias.
- Problemas gastrointestinales: se debe acudir con los niños a urgencias cuando aquejan dolor abdominal continuo o se producen vómitos persistentes o diarrea abundante durante más de 24 horas. También es un buen indicador contar si los pequeños han vomitado más de tres veces en una hora.
- Problemas para respirar: según la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP), un niño o adolescente tiene dificultades graves para respirar y se le debe llevar a urgencias cuando se le marcan las costillas, respira rápido o escuchamos un “pitido” en su respiración. La valoración de la respiración debe hacerse cuando el niño está tranquilo, después de haber eliminado los mocos de las vías superiores, tras sonarse o realizar un lavado nasal con suero fisiológico.
- Lesiones en la piel: en el caso de las lesiones cutáneas debemos acudir a urgencias pediátricas si notamos la aparición súbita de manchas rojas en la piel con picor intenso o la hinchazón repentina de labios o párpados, ya que pueden sin indicio del desarrollo de ciertas patologías alérgicas.
- Problemas de movilidad: también aconsejamos acudir al hospital si los niños demuestran inmovilidad o descoordinación de alguna parte del cuerpo. Por otro lado, la rigidez del cuello puede hacer sospechar de un cuadro de meningitis, a tratar de forma inmediata.
Asimismo, con los bebés de menos de 6 meses debemos extremar las precauciones, ya que cualquier problema puede ser importante. Desde un llanto prolongado en el tiempo a causa de los cólicos hasta el rechazo de las tomas de lactancia.
Cuando la fiebre es elevada
La presencia de fiebre no es siempre un signo de alarma. La fiebre se produce como mecanismo de protección de nuestro organismo y advierte de la presencia de una enfermedad o infección. Por ello, ante unas décimas de fiebre de forma puntual no es necesario acudir a urgencias. Será mejor dar a los niños abundante líquido, recurrir a la dosis recomendada para su edad de ibuprofeno o paracetamol para bajar la fiebre, y pedir cita ordinaria con el pediatra del centro de salud según la evolución.
En cambio, si son menores de tres meses, con enfermedades de base (crónicas) de riesgo o si la situación no mejora y apreciamos que la fiebre es muy elevada (> 40 ºC) o se prolonga durante más de 48-72 horas, sí es importante recurrir a los médicos del servicio de urgencias para evitar posibles complicaciones. Lo mismo que si comenzamos a notar, por ejemplo, alteraciones del estado general (irritabilidad, confusión o apatía manifiestas), erupciones cutáneas (especialmente si son manchas que no se atenúan al presionarlas con el dedo, pues son sugestivas de posibles petequias, con potencial gravedad) o dificultades para respirar.
¿Y si presenta síntomas relacionados con la Covid19?
Si se tiene la sospecha de que el niño podrías haber estado en contacto con algún afecto de Covid19 o presenta algún síntoma que podemos relacionar con el coronavirus, los padres o familiares deben llamar al centro de salud para que el pediatra de referencia se ponga en contacto con ellos y valore su estado de salud. Será el pediatra quien recomiende a las familias qué protocolo seguir y si deben acudir o no al servicio de urgencias.
La recomendación de mantener un contacto telefónico inicial con el centro de salud responde sobre todo a la necesidad de evitar la propagación del virus y proteger la salud de otros niños. A pesar de ello, las instalaciones médicas cuentan actualmente con circuitos diferenciados para evitar el contacto entre los pacientes y garantizar su seguridad.