El uso de las nuevas tecnologías se ha convertido en un quebradero de cabeza para muchas familias que se ven incapaces de desenganchar a sus hijos de los móviles, tablets o el ordenador. Aunque siempre se ha apostado por poner límites al tiempo que pasan los menores delante de una pantalla, cada vez hay más corrientes que apuestan porque el objetivo sea enseñarles a hacer un uso responsable y provechoso de estos aparatos, es decir, que ese tiempo sea productivo para su aprendizaje y desarrollo.
Uso y abuso de las nuevas tecnologías en los niños
Los menores españoles tienen su primer móvil a los 10 años y su primer Smartphone a los 12. Por otro lado, casi la mitad se conecta desde su dormitorio al menos una vez al día y entre las actividades más frecuentes se encuentran el uso de los servicios de mensajería instantánea, escuchar música, ver videoclips y buscar información. Solo el 38% lo usa para tareas escolares. Son algunas conclusiones del estudio Net Children Go Mobile, de la Universidad del País Vasco.
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta sobre el uso de las nuevas tecnologías en los niños es que éstas han llegado para quedarse y que se debe asumir que su uso será imprescindible en un futuro para ellos. Así, los padres deberán, en primer lugar, tener conocimiento sobre ellas y todo lo que les pueden aportar a sus hijos. Solo así podrán enseñarles sus peligros o sus beneficios. Por ejemplo, pueden tener una finalidad educativa y despertar su creatividad, pues existen programas que permiten diseñar en 3D, construir ciudades, programar…
Beneficios de las nuevas tecnologías en los niños
Por otro lado, habrá que tener en cuenta también las edades y el uso que se le puede dar a estos aparatos en función de cada etapa. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) no recomienda su empleo antes de los 2 años, tiempo durante el cual se debe fomentar el juego libre, sin uso de pantallas puesto que pueden repercutir en el desarrollo psicomotor o del lenguaje, así como en el manejo de las emociones y en la formación del vínculo de apego.
Más adelante, a partir de los 5 o 6 años, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda iniciarles en su uso mediante la navegación compartida, en la que los padres expliquen cómo funcionan las herramientas, las redes sociales, los peligros que puede haber y cómo enfrentarse a ellos. A partir de los 10 años, el menor querrá más autonomía, por lo que será preciso alertarle bien de los riesgos y darle confianza para consultar las dudas que le puedan surgir.
En cuanto a la edad para tener móvil propio, no hay una exacta y ésta dependerá de si el niño está preparado para manejarlo con responsabilidad y saber lo que conlleva tener una identidad digital. En cualquier caso, se les deberá enseñar el valor de su privacidad y la de los demás, y respetar al otro para evitar el ciberbullying. Deberán aprender a no contactar ni seguir a nadie que no conozcan y mucho menos quedar con él. En cualquier caso, los padres deberán estar atentos a cambios que se pueden producir en el físico, el comportamiento o las emociones de los hijos, y tener una buena y fluida comunicación con él para detectar cualquier problema.
La AEPap también recomienda evitar el acceso a contenidos de riesgo, como la bulimia o anorexia, la violencia, al pornografía, el consumo de drogas, determinados juegos, etc. Es aconsejable proteger los dispositivos con antivirus, bloqueos de pantalla, contraseñas y códigos fuentes.