Comenzado ya el mes de septiembre, las vacaciones llegan a su fin y es tiempo de pensar en la vuelta al trabajo, a las rutinas y al colegio. Al igual que les sucede a los adultos, los niños también necesitan un período de adaptación para volver a la disciplina de horarios, alimentación y jornada escolar. Y es que los más pequeños también pueden sufrir cansancio, apatía, tristeza, irritabilidad o falta de concentración durante los primeros días del retorno a las rutinas. Sin embargo, tienen una capacidad superior a la de los adultos para adaptarse. Para sobrellevar mejor esta fase desde la Sociedad Valenciana de Pediatría queremos dar las claves para afrontar la vuelta al cole:
- Adaptación progresiva a los horarios: es aconsejable adaptar los horarios desde al menos una semana antes del inicio del curso escolar. Así, se recomienda adelantar una media hora cada pocos días la hora de levantarse y acostarse, la de las comidas o la del baño. De esta forma se facilita una adaptación más cómoda a las nuevas rutinas y acusarán menos el cansancio de los primeros días de colegio.
- Procurar un correcto descanso: en la adaptación de horarios también es importante establecer unas rutinas para el sueño. Los niños deben dormir un mínimo de 8 horas diarias para que pueda asegurarse un rendimiento óptimo durante el día. En cuanto a las siestas, sobre todo en caso de los más mayores, conviene ir reduciéndolas para que noten menos el cambio al volver al colegio donde ya no podrán tener ese periodo de descanso.
- Tener la cartilla de vacunación al día: es necesario que los niños que empiezan el curso escolar en septiembre tengan al día la cartilla de vacunación y, en caso de que no, consulten con el pediatra. Las vacunas protegen frente a virus y bacterias causantes de enfermedades graves e incluso mortales. No sólo protegen al niño en cuestión, sino al resto de sus compañeros y contactos pues impide la transmisión de la enfermedad.
- Recuperar los buenos hábitos alimenticios: aunque lo ideal sería seguir una alimentación equilibrada durante todo el año, es cierto y habitual que durante las vacaciones se descuiden ciertos hábitos alimenticios por lo que la vuelta a la rutina es un buen momento para recuperarlos. Es aconsejable fomentar la toma de un desayuno completo (recordemos que el 8% de los niños españoles van al colegio sin haber desayunado) que incluya lácteos, frutas e hidratos de carbono. Para la media mañana en el recreo es preferible huir de los tentempiés procesados y optar por aquellos más saludables. Además se deberá introducir más frutas y verduras en la dieta y quitar de la misma aquello que no resulte sano y nutritivo para el niño.
- Preparar con ellos la vuelta al colegio: involucrar a los pequeños en la preparación de aquellas tareas en las que ellos van a participar es la mejor manera de que se adapten a lo nuevo. Por ello es recomendable ir con ellos a comprar el material escolar, la ropa o el uniforme y la mochila o preparar los libros.
- Transmitir confianza y positivismo: es fundamental que las familias transmitan mensajes positivos que den confianza y seguridad a los niños para afrontar el cambio. Además de no expresar quejas por la vuelta al trabajo o el fin de las vacaciones delante de ellos, se aconseja animarles a reencontrarse con sus amigos, a aprender cosas nuevas, hacer excursiones, jugar en el patio, etc.
- Fomentar la práctica de deporte: el deporte es vital para los niños, contribuye a un buen estado de salud física y mental, ya que les permite olvidarse de los miedos por ejemplo, pero también favorece la adquisición de numerosos valores necesarios para su desarrollo y aprendizaje.
- Planificar actividades de ocio para ellos: que terminen las vacaciones no implica que haya que acabar con las actividades de ocio, sobre todo cuando se trata de niños. Es conveniente planificar alguna actividad por la tarde, sobre todo al aire libre, hacer planes los fines de semana que sorprendan y gusten. Hay que tener en cuenta que el juego con la familia, los amigos y compañeros, es fundamental para el desarrollo de niños y adolescentes, por lo que conviene no llenar la agenda extraescolar de actividades que no vayan en este sentido. No hay nada como hacer planes en familia para afrontar los cambios que supone la vuelta al cole.
Ante todo las familias deben tener claro que establecer rutinas es necesario para el correcto desarrollo de los niños. Determinar unas normas, derechos y obligaciones, les aporta tranquilidad, seguridad y confianza en sí mismos, así como un sentido de la responsabilidad y del orden, para llegar a la adolescencia con la suficiente independencia y disciplina como para evitar conflictos con los adultos.