Cómo prevenir y combatir de forma eficaz el acoso escolar

El acoso escolar o bullying es uno de los problemas que sufre un gran número de alumnos de colegios e institutos. En la actualidad, se calcula que alrededor de un 32% de los estudiantes españoles se ve expuesto a situaciones de acoso, según datos de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo). De hecho, la Comunidad Valenciana es la quinta autonomía española con más casos de bullying, según datos de 2017 de la Delegación de Gobierno. En total, se registraron 98 denuncias por acoso y 240 por ciberacoso.

Las estrategias y los planes de sensibilización dirigidas a los menores han permitido reducir la incidencia del bullying y han hecho que se haya vuelto un tema sobre el que gran parte de la sociedad está muy concienciada. Ese tabú que silenciaba a las víctimas o minimizaba la importancia de sus vivencias, se ha acabado. Los últimos informes destacan que los acosados son plenamente conscientes de su situación y denuncian cada vez más.

Consecuencias del bullying

Contrario a lo que se piensa, no solo se trata de violencia física ya que tan solo el 10% de los casos de acoso conlleva agresión. Según el Informe Cisneros X, el bullying psicológico supone el 90% de los casos registrados y es uno de los más perjudiciales para quienes lo sufren pues suelen experimentar episodios de ansiedad y depresión.

¿Qué se puede hacer para frenar el acoso escolar? Se trata de una realidad que se puede y debe combatir desde casa, el colegio y las instituciones. En la búsqueda de la solución intervienen múltiples actores y cada uno de ellos posee un papel fundamental. Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

Soluciones contra el bullyng escolar

La comunicación con los hijos es el pilar fundamental. Es necesario escucharles, hablar con ellos y ser conscientes de sus problemas. También hay que observar y estar al tanto de cualquier cambio, ya que por pequeño que parezca puede revelar mucho. Cambios en su conducta, alteración del sueño, apatía… son algunos de los síntomas que suelen desatar las primeras alarmas. Ante ello es importante animarles a que se abran y cuenten la situación que viven.

Si se es consciente de una situación de acoso, tanto si el menor es la víctima o es el acosador, es importante hablarlo con él y comunicarlo al centro educativo. Encubrir nunca es la solución.

Denunciar los casos de acoso es lo primero y fundamental, sin esperas. Cualquier acción intimidatoria o con violencia debe ser comunicada a la dirección del centro. Fomentar el compañerismo en las aulas y educar en el respeto y la igualdad ayuda y previene esta problemática.

Es importante nunca dar la espalda a ningún caso, por muy insignificante que pueda parecer. Tanto los profesores como el resto de alumnos tienen en su mano ayudar a sus compañeros a identificar, denunciar y acabar con la posible situación de acoso.

En la Comunidad Valenciana cuentan con dos herramientas principales para luchar contra el bullying. Por un lado, la Comunidad ha puesto en marcha un teléfono gratuito de atención a las víctimas de acoso (900 018 018), que el pasado año recibió un total de 857 llamadas.

También se ha creado todo un protocolo de actuación que abarca desde las instituciones hasta las Fuerzas de Seguridad del Estado pasando por profesores, educadores, orientadores y equipo directivo de los centros. Se han creado las Unidades de Acción e Intervención (UAI) específicamente para combatir este problema.

Causas del bullyng

Los motivos del bullying son muy variados (nunca justificados), y uno de los más habituales es machacar al “diferente”. Los estudiantes que padecen ciertos problemas de salud como alergias, por ejemplo, pueden llegar  a sufrir casos extremos de acoso que pasan la frontera de lo psicológico y la violencia llegando a poner en grave peligro su vida.

En algunos casos, los acosadores utilizan las enfermedades de las víctimas como objeto de burla e incluso como forma de violencia, exponiéndoles a situaciones muy dañinas para su salud como obligarles a tomar alimentos a los que son alérgicos, o quitándoles la medicación que necesitan, entre otras.

En Reino Unido, hace un año, un niño de 13 años falleció al comer una loncha de queso que uno de sus compañeros puso en su comida, alimento al que era alérgico y  sus compañeros lo sabían.

Todas las situaciones de acoso son nocivas y es importante actuar, pero es necesario hacerlo con mucha más contundencia y rapidez ante las de este tipo, ya que se pone en peligro la vida de la víctima de forma inmediata.

Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría se hace un gran énfasis en educar y enseñar valores desde la infancia para animar al compañerismo y no a la burla; ayudar en lugar de dar la espalda y a denunciar siempre cualquier conducta agresiva y dañina. Madres, padres, profesores y estudiantes tienen el poder de revertir esta triste realidad.

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