- La Sociedad Valencia de Pediatría alerta de la importancia de desarrollar herramientas de prevención ante el acoso y las adicciones en la red
- El pasado curso se registraron hasta tres casos de ciberacoso al día en las aulas de la Comunitat Valenciana
Alicante, 5 de abril de 2019. La Sociedad Valenciana de Pediatría advierte del aumento de problemas como el ciberacoso o la adicción, derivados del uso de las nuevas tecnologías en adolescentes. Este es uno de los temas que se debaten estos días en el XXXV Congreso de la Sociedad Valenciana de Pediatría que tiene lugar en la localidad alicantina de Calpe. Ante el auge del ciberacoso y las adicciones en la adolescencia los pediatras reclaman el desarrollo de herramientas de prevención y educación.
Según un reciente informe de la Diputación de Valencia la media edad de utilización el móvil es de 10,3 años, del ordenador de 9,4 años y en videojuegos es de 8,7 años. Sin embargo, solo entre el 19,5% y el 36,7% de usuarios está sujeto un control parental medio-alto.
El pasado curso se registraron hasta tres casos de ciberacoso al día en las aulas de la Comunitat Valenciana, lo que supone un incremento del 7% respecto a años anteriores, según los últimos datos publicados por la Conselleria de Educación. “Si un menor sufre acoso en el colegio tiene espacios y tiempos de seguridad al salir del centro y fuera del horario escolar. Sin embargo, si sufre ciberacoso padece una victimización continua las 24 horas del día y sin espacios seguros”, explica el doctor Luis Carlos Blesa, presidente de la SVP. La edad media de inicio del bullying está entorno a los 12, según datos de la Fundación ANAR, y se produce a través del teléfono móvil en la mayoría de los casos, tal y como refleja el estudio internacional de IPSOS.
El informe publicado la pasada semana por la Diputación de Valencia también concluía que el 25,4% de los adolescentes de esta región se consideran “usuarios problemáticos”, y los riesgos a los que más expuestos están son ‘sexting’ – el envío de contenidos de índole sexual- o el uso sin permiso de datos personales
publicados en redes sociales.
Cómo detectar las adicciones y el ciberacoso
Pero el ciberacoso no es el único riesgo del uso de las nuevas tecnologías al que se enfrentan las familias. Las conductas adictivas y los problemas derivados de la sobreexposición pueden provocar un uso inadecuado de la identidad digital e incluso falta de sueño, déficit de atención o un menor rendimiento académico, entre otros. “La afición a las nuevas tecnologías, los videojuegos, la navegación por la red o el uso del teléfono móvil, puede resultarles una actividad placentera que les sirve para relacionarse, pero cuando escapa de su control puede interferir en la realización de las actividades de su vida cotidiana.
Este comportamiento adictivo puede provocar incluso un aislamiento social y una notable reducción del rendimiento académico”, apunta el doctor Blesa. El 1,5% de los adolescentes españoles presentan conductas adictivas a internet y hasta uno de cada cuatro están en riesgo de padecer este tipo de adicción, según el Estudio sobre Conductas Adictivas en Internet entre los adolescentes.
Algunos signos para identificar el problema son la tristeza o la ansiedad que puede manifestar el menor ante las situaciones en las que no pueda llevar a cabo estas actividades. También pueden provocarle otros síntomas físicos como dolor de cabeza, dolor abdominal, dificultades para dormir o falta de apetito.
Fomentar un uso responsable de las tecnologías
Los pediatras insisten en la necesidad de implementar herramientas de educación y prevención en el uso de nuevas tecnologías desde pequeños. “Son una realidad de nuestra sociedad actual y, como profesionales dedicados al cuidado global de los niños y adolescentes, la educación es la única herramienta eficaz para prevenir el uso inadecuado de internet y las redes sociales”, indica el doctor Juan Carlos Juliá, miembro de la junta directiva de la SVP.
Sin embargo, esta prevención genera una serie de dudas acerca del control que deben ejercer los padres. Los progenitores españoles se han descargado más de un millón de aplicaciones para vigilar el móvil de sus hijos como localizadores GPS y aplicaciones para conocer su actividad en internet y los mensajes que publican en las distintas redes sociales, según un estudio de la consultora Berg Insight. “La prevención debe basarse en la confianza y el respeto, los mismos valores que en la vida real. Por eso, una de las opciones más adecuadas para que los menores comiencen a utilizar la red es la navegación compartida para enseñarles tanto los beneficios como los peligros”, explica el doctor Juliá.
Además, “es muy importante fomentar la autoestima de los hijos, su ocio y actividades fuera de la red y prestar atención a sus emociones y la relación con su entorno”, afirma el doctor. Se aconseja supervisar los seguidores, amigos y actividades en las redes sociales, y establecer unos límites al uso de dispositivos así
como concienciarles sobre la importancia de la exposición de su vida privada en la red. El Ministerio de Sanidad, en este sentido, recomienda que los niños menores de dos años no utilicen pantallas, aconseja limitar su uso a una hora al día hasta los cuatros años y dos hasta los 17 años. En concreto, la edad recomendada para acceder de forma libre a la red es a partir de los doce años, según el informe elaborado por expertos de la Diputación de Valencia.
Durante la celebración de este evento, la SVP ha contado con la participación de profesionales en diversos ámbitos para abordar esta temática desde varias perspectivas. Así, la policía nacional Marta García ha realizado una visión integral sobre la realidad a la que se enfrentan los menores en internet y el enfermero José José Gil ha aportado su visión sobre el problema de las adicciones
a las nuevas tecnologías que trata a diario con adolescentes.