La propagación del Covid19 ha generado una situación excepcional que nos ha obligado a asumir una serie de cambios en nuestro día a día. Estos cambios afectan en mayor medida a los niños y adolescentes con un trastorno del espectro autista (TEA), quienes pueden sufrir alteraciones emocionales o de conducta. Esto se debe a que para los menores con algún tipo de TEA es esencial mantener una rutina repetitiva para ayudarles a regular su comportamiento. Sin embargo, desde el mes de marzo se han enfrentado primero al cierre de los centros escolares y ahora a una vuelta al cole repleta de incertidumbres, nuevos horarios y pautas de prevención difíciles de comprender y asimilar. En este post nos acercamos a la realidad de los niños con TEA y aconsejamos a las familias algunas pautas que pueden seguir para facilitar su adaptación a estos cambios.
Como punto de partida, el TEA abarca un conjunto de alteraciones de origen neurobiológico que afecta al funcionamiento del sistema nervioso y da lugar a dificultades principalmente en la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y la conducta. Las manifestaciones varían mucho de unos niños a otros, así como su funcionamiento intelectual y sus habilidades lingüísticas. Se incluyen dentro de este grupo el autismo y el síndrome de Asperger, entre otros.
La nueva normalidad originada por el coronavirus, sinónimo de numerosos cambios en nuestra rutina diaria, puede generar en los menores con TEA:
- Un aumento de las conductas disruptivas o problemas de conducta al no comprender que no pueden hacer ciertas actividades o seguir ciertos patrones que antes eran habituales.
- Un aumento de la irritabilidad a consecuencia de un mayor estrés y ansiedad provocado por los cambios.
Esta forma de manifestar su malestar responde a su registro más limitado de habilidades comunicativas. En su ausencia, expresan las emociones a través de su cuerpo y con esa irritabilidad que en ocasiones relacionamos de forma equivocada con violencia y agresividad. También podemos percibir que se amplifican los movimientos corporales, como un balanceo rápido, un giro del cabello o un aleteo de manos. Comportamientos que pueden ser un intento de calmarse por si mismos o signos de malestar e incomodidad.
Consejos para las familias con niños con trastorno del espectro autista
En este escenario de continuo cambio, nuestra primera recomendación es explicar a los niños y adolescentes con TEA qué está pasando, por qué van a volver al colegio con sus compañeros cada día y por qué es importante seguir las recomendaciones sanitarias para la prevención del contagio. Podemos emplear cuentos o historias sencillas, así como pictogramas. Si se ponen nerviosos o demuestran angustia, cambiamos el foco de atención hacia otras actividades, como pintar o leer un libro, y lo retomamos en un momento más propicio.
De igual forma, les debemos explicar y recordar todos los posibles cambios que se van a producir en su rutina para ayudarles a anticiparse y adaptarse mejor al nuevo curso. Se pueden emplear pizarras o diagramas en los que se recojan los nuevos horarios. Por otro lado, si debido al cese de algunos tipos de actividades ven canceladas sus terapias deportivas o actividades extraescolares, estas se puede sustituir por juegos o circuitos de regulación física en casa con los que favorecer su autorregulación física y emocional y compensar su necesidad de moverse como forma de expresión. De esta manera reducimos la irritabilidad y los problemas de conducta. Se deben hacer siempre con las debidas medidas de seguridad y con una transición paulatina a la calma al finalizar los juegos. Por ejemplo, a través de un ejercicio de relajación con el que calmar su respiración y aumentar la conciencia de su propio cuerpo.
En caso de necesitar asistencia médica recomendamos a las familias ponerse en contacto por teléfono con su centro de salud para hablar con su pediatra. La consulta presencial puede suponer un importante riesgo de contagio de Covid19 debido a la dificultad de los menores para seguir los nuevos protocolos. También pueden contar con el apoyo y la asistencia de las enfermeras pediátricas para cualquier asunto relacionado con su salud y su bienestar, así como para resolver cualquier duda.