Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP), aprovechando la elaboración del nuevo decreto de Atención temprana por parte del grupo de trabajo en el que participan Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pùblica, la Conselleria d’Educació y la Conselleria d’Igualtat y Polítiques Inclusives (CIPI), además del diseño de V plan de salud de la Comunidad Valenciana por la Conselleria de Sanitat, queremos defender un modelo de Atención temprana cuyo eje vertebrador sea el pediatra, que conoce tanto al paciente como a la familia, junto con los especialistas en Atención Temprana.
Para ello proponemos reforzar los siguientes aspectos:
1.- Respecto al circuito de evaluación, seguimiento y tratamiento de estos pacientes:
1) Promover un modelo departamental, en el que los pacientes con sospecha de alteraciones en el neurodesarrollo puedan ser remitidos por su pediatra a una unidad con experiencia en la evaluación y tratamiento de estos pacientes, que sea de referencia en cada departamento de salud, dependiente de la Conselleria de Sanitat.
2) En estas unidades se realizará la valoración, seguimiento y tratamiento (si procede) de los 0 a los 6 años. Se apoyarán en los centros dependientes de forma territorial por la Conselleria d’Igualtat y Polítiques Inclusives, cuyo acceso estará controlado y solo accesible desde el sistema público de salud mediante este circuito para garantizar que las propuestas de valoración se hayan cribado previamente y no saturen las primeras visitas. Hay que tener en cuenta que actualmente, debido a la saturación de estos centros, en septiembre se decretó la priorización de la atención sólo al grupo de 0 a 3 años y muchos de estas patologías no se hacen evidentes hasta el inicio escolar entre los 3-4 años.
3) Las unidades del punto 1 también podrán derivar a otros profesionales como Neuropediatras o Unidades de salud mental infantil según requiera la patología detectada en el paciente.
4) A partir de los 6 años (aunque actualmente están atendiendo a partir de los 3 años por la sobrecarga de los Centros de Atención Temprana de la CIPI), la Conselleria d’Educació participará en la intervención de estos pacientes a través de la inclusión con apoyos o las aulas CYL.
2.- Respecto a la dotación de las unidades:
1) El principal problema en las Unidades de Atención Temprana actualmente reside en el aumento de las sospechas y diagnósticos de paciente con Trastorno del espectro autista (TEA) y de otros problemas del neurodesarrollo (aumento de la prematuridad por la mejora en la atención hospitalaria de estos pacientes, patologías lingüísticas, problemas conductuales, psicomotores, cognitivos sensoriales… todos ellos incluso han visto un aumento aun mayor tras la pandemia) que colapsa no solo el seguimiento de estos pacientes sino también el acceso para una primera visita diagnóstica.
2) Por tanto, estas unidades deben estar bien dotadas, como mínimo de psicólogo clínico (formado en atención temprana y desarrollo infantil), logopeda, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional. Además, se requerirá de otros perfiles profesionales como administrativos, trabajadores sociales, etc.
3) Los niveles de atención variarán según la patología y las necesidades del paciente:
a. Nivel 1: comprende aquellas actuaciones dirigidas a toda la población infantil del Departamento (charlas, talleres y elaboración de orientaciones a padres dadas desde las consultas de Pediatría).
b. Nivel 2: dirigida a la población con riesgo de alteraciones y que requiere la figura de un solo profesional con sesiones quincenales o mensuales, centrando la intervención en orientar a la familia (por ejemplo el seguimiento de los niños prematuros). En este nivel, es necesario que las unidades tengan contacto con los pacientes y sus familias incluso antes de ser dados de altas de las unidades hospitalarias neonatales.
c. Nivel 3: dirigida a la población con alteraciones que requieren una intervención semanal por parte de un solo profesional: fisioterapia, logopedia o psicología (se incluyen problemas motores, alteraciones del desarrollo lingüístico, del habla y la comunicación).
d. Nivel 4: dirigida a la población con alteraciones que requieren una intervención más intensiva, de dos o más sesiones a la semana, implicando al equipo multidisciplinar. Esta actuación recae en los CAT de la Conselleria d’Igualtat i Polítiques Inclusives.
4) Se debe asegurar una ratio adecuada para poder valorar de forma adecuada a los pacientes, establecida de forma estándar como 14 pacientes por profesional, pero que se deberá adecuar a las características y nivel de atención requerido por el cupo, el número de profesionales integrantes de la unidad, la demanda y la población total dependiente del área de salud a la que pertenezca.