Los abuelos pediatras pueden asesorar sobre lo mejor para la salud de sus nietos

Cada 26 de julio se celebra el Día de los Abuelos con el objetivo de reivindicar su papel en la familia y como agradecimiento por su incansable labor y entrega. En los últimos años la figura del abuelo ha cobrado cada vez más importancia en el desarrollo y la educación de los niños ante los problemas de muchos padres para conciliar la vida laboral y familiar. De esta forma, los abuelos ya no solo son unos seres especiales y cómplices para los más pequeños, sino que tienen una gran responsabilidad en su aprendizaje y evolución al pasar más horas con ellos que sus progenitores. Si además se añade la experiencia de un pediatra, el abuelo tendrá aún más recursos que enseñar a sus nietos.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que antes que abuelos fueron padres, por lo que en este sentido la experiencia es un grado y todas las vivencias que hayan tenido con sus hijos, para bien o para mal, podrán aplicarlas a su nuevo papel. Por otro lado, en el caso de que los abuelos sean también pediatras, podrán aportar además los conocimientos adquiridos en infinidad de consultas sobre las formas de educar de cada familia, sus consecuencias positivas y negativas, los hábitos que contribuyen a un correcto desarrollo y estado de salud, las medidas de prevención…en definitiva, una gran cantidad de experiencias adquiridas en el terreno personal y profesional.

Sin embargo, uno de los aspectos a tener en cuenta por los abuelos ha de ser que, en lo que se refiere a la forma de educar a los niños, los padres tienen la primera palabra y deberán hacerlo todo de acuerdo con ellos. Aun así, en el caso de los abuelos pediatras podrán asesorar a sus hijos sobre lo que consideren más conveniente en base a su experiencia médica. Incluso dados sus conocimientos sobre salud infantil, podrán identificar posibles riesgos como por ejemplo, un rechazo a las vacunas, unos hábitos alimentarios incorrectos, la forma de administrar un tratamiento, etc.

Para los nietos, las ventajas de estar con sus abuelos son infinitas y entre ellas destacan sobre todo el sentirse queridos y respaldados, son su máximo apoyo, y el aprender de su experiencia y conocer las tradiciones a través de su sabiduría.

Ante todo, los abuelos pediatras deberán ser como todos los abuelos, darles cariño y amor. Transmitirles su experiencia, jugar con ellos y enseñarles valores. Además de todo aquello que no pueden hacer los padres: llevarles y recogerles del colegio, hacer con ellos los deberes, darles de comer o cenar, dormirles, ocuparse de las visitas al médico, de las actividades extraescolares, etc. Todo ello en la medida de lo posible porque, como todos los abuelos, deberán estar para disfrutar de sus nietos, sin sentirse esclavos, sin ataduras y sin una sobrecarga física y mental, que les impida disfrutar de su tiempo libre, el bien más preciado de los abuelos.

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