En la etapa de la adolescencia es cuando comienza a despertar la sexualidad de los jóvenes, lo que genera interés e incertidumbre al mismo tiempo por su parte. Es por ello que es importante que los padres contribuyan a resolver todas las dudas para que no se convierta en un tema tabú. Según las últimas estadísticas nacionales, el inicio de las relaciones sexuales comienza en torno a los 15-16 años de media. Por este motivo, la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) ofrece una serie de consejos para ayudar a las familias a abordar con sus hijos adolescentes los temas sobre salud sexual más importantes de una forma adecuada y eficaz.
Reforzar la confianza: aunque la adolescencia se puede asociar a rebeldía, es importante generar lazos con los hijos y que estos confíen en sus padres. Los amigos, las redes sociales o Internet en general, influyen mucho a estas edades, pero si se consigue que los padres sean los referentes, se logrará que no estén fuera de sus inquietudes. Como recomienda la Asociación Española de Pediatría (AEP), hablar con naturalidad, tener disposición y saber escuchar son factores clave para perder la vergüenza y favorecer que los adolescentes se lancen a hablar.
Dejarles que construyan su identidad sexual: no se debe imponer nada en este aspecto. Opinar y responder todas sus cuestiones es adecuado, pero hay que permitir que desarrollen sus propias opiniones y formas de entender la sexualidad.
Responder a sus preguntas sin tabúes: es preferible no censurar ni ignorar ninguno de los temas que aborden. Sin prejuzgar, sin enfados y sin avergonzarles, sino tratando todo con la mayor naturalidad. La salud sexual es una parte importante de la vida de todas las personas, incluidos los adolescentes, por ello es necesario que desde el inicio tengan claro que el sexo es algo positivo siempre y cuando se lleve de una forma sana y consentida.
Si no pregunta, los padres deben tomar la iniciativa: algunos adolescentes pueden ser más pudorosos o tímidos y evitan hablar sobre la sexualidad con sus padres. Aunque no hagan preguntas, sí tienen dudas, y en estos casos se recomienda que los padres sean proactivos y aborden el tema primero.
Educarles en igualdad: hay que eliminar los roles de género en las relaciones sexuales. Para ello, los padres deben incentivar la igualdad, enseñarles a respetar a la pareja, a saber decir no, a aceptar un no por respuesta y a rechazar la violencia en cualquier contexto.
Informar de los métodos anticonceptivos y de las ETS
La adolescencia es un periodo en el que los jóvenes son impulsivos y quieren experimentar. Además de enseñarles a ver el sexo de forma positiva y sin tabúes, hay que explicarles las consecuencias negativas si no toman las medidas necesarias. Los embarazos no deseados y el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) son los principales riesgos.
Según los datos, un 2% de las adolescentes tienen un embarazo no deseado. En 2017, unas 400 menores de 15 años o menos fueron madres según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por otra parte, un estudio reciente del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, alertó de la tendencia al alza de las ETS entre el público adolescente en los últimos años. Es importante concienciarles en que con el uso de anticonceptivos no solo se persigue evitar un embarazo, sino también el contagio de las ETS, algunas de ellas graves.
En caso de que los adolescentes necesiten ayuda o asesoramiento en diferentes temas, existen varios teléfonos de atención especializada:
La línea de Ayuda a la Infancia de la Comunitat Valenciana: 116111
Centro Joven de la Federación de Planificación Familiar: 91 531 66 55
Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR): 900 20 20 10