El mal uso de pirotecnia y el incumplimiento de las normas provocan la mayor parte de las lesiones en niños durante las Fallas, como quemaduras y heridas. Así lo advierte la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP), que recuerda que un uso responsable y seguro por parte de los menores y sus familias de acuerdo con la normativa permite disfrutar de las fiestas, y al mismo tiempo estar protegidos frente a accidentes. Por otro lado, recomienda acudir al centro de salud más cercano en caso de accidente para que un pediatra pueda valorar la lesión.
La mayor parte de las quemaduras y heridas que sufren los niños durante las tradicionales Fallas se producen por no cumplir las normas sobre el uso de pirotecnia que establece la Comunidad Valenciana. Algunas de ellas son las relativas a la edad, que establecen distintas categorías en función de los años que tenga el chico y la peligrosidad. Los menores de 8 años lo tienen prohibido y para algunas franjas será necesario llevar una autorización firmada por los padres o tutores legales certificando su consentimiento. Además, los menores deben estar vigilados siempre por un adulto. Sin embargo, “son normas que suelen saltarse con frecuencia”, apunta el doctor Vicente Ibáñez, vocal de cirugía pediátrica de la SVP.
Un estudio publicado en Clinical Pediatrics concluye que la mayoría de los niños heridos por fuegos artificiales suelen ser varones (75%), que la edad media es de 10,6 años y que el 7,6% requiere ingreso hospitalario. El mayor número de lesiones suelen ser quemaduras y se producen sobre todo en las manos, cabeza y el cuello y los ojos. Los petardos, los dispositivos aéreos y las bengalas son los artefactos que más las provocan. “La mayoría de los accidentes que se producen durante las Fallas, suceden en niños más que en niñas, y suelen ser quemaduras y heridas por metralla, por el mal uso de los objetos de pirotecnia o por encender petardos dentro de botes, latas o botellas, que al explotar pueden disparar la metralla contra la cara o el cuello, por ejemplo. Por eso está prohibido”, comenta el doctor Ibáñez.
La lesión más grave que puede producirse es la de la Mano en petardo. “Este diagnóstico fue descrito por primera vez en la Comunidad Valenciana y se produce cuando explota un petardo en la mano y ésta queda destrozada, lo cual puede requerir la amputación de los dedos o incluso de la mano entera”, explica el doctor Ibáñez. Así le sucedió a un niño de 13 años de Jaén en Nochebuena que perdió la mano por este motivo. Por eso entre las instrucciones de uso, “se recomienda encender el petardo y tirarlo de inmediato y si falla y no explota no debe tocarse y conviene desecharlo. Tampoco es aconsejable guardarlo en un bolsillo, pues podría explotar con el calor”, indica. Un trabajo reciente publicado en The American Journal of Emergency Medicine confirma que los niños son los que más lesiones sufren por los cohetes y los adolescentes por el uso de fuegos artificiales caseros. Las lesiones suceden sobre todo en la cara y las manos, así como en los ojos.
Además de los cuidados en el uso de este tipo de materiales, también conviene extremar la precaución de lo que pueda suceder a su alrededor. De hecho, una investigación reciente publicada en ANZ Journal of Surgery señala que los niños tienen más posibilidades de lesiones por fuegos artificiales como espectadores. Por otro lado, también es aconsejable protegerles de una exposición permanente a un ruido excesivo, teniendo en cuenta que una mascletá pueden llegar hasta los 130 decibelios, un nivel de sonido doloroso y cerca del umbral máximo de dolor que se puede aguantar (140 decibelios). “A edades pequeñas estos niveles pueden resultar muy dañinos por lo que no se les debería colocar en primera línea y, en la medida de lo posible, deberían utilizar tapones u otro tipo de protectores”, recomienda el doctor Ibáñez.
Qué hacer ante una lesión
Los pediatras valencianos recomiendan actuar con cuidado y cautela ante una quemadura o herida producida por petardos, cohetes, metrallas o cualquier material pirotécnico. “Ante una quemadura se debe bajar la temperatura de la zona con agua fría o paño húmedo y luego cubrir con gasa seca, para evitar su infección, para su traslado para valoración médica. Lo importante es que el traslado no se haga con gasas húmedas ya que aplicado en zonas amplias provocaría hipotermia del paciente. Por otro lado, no debemos aplicar ninguna crema ni ungüentos caseros”, explica el doctor Ibáñez. En caso de que sea una herida con sangrado, habrá que presionarla con un paño.