Con motivo del Día Mundial del Lupus, que se celebra este jueves 10 de mayo, diversas ciudades de la Comunidad Valenciana, como Valencia, Paterna y Alicante iluminarán, a partir de las 20.00 horas, varios de sus edificios institucionales con luz morada, el color conmemorativo del lupus. Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría, aprovechamos este día para reivindicar un incremento en la investigación de esta afección crónica, con el fin de mejorar los servicios, su diagnóstico y su tratamiento.
El sistema inmunológico es un conjunto de células, tejidos y órganos que protege el organismo ante cualquier infección que pueda causar enfermedad. Sin embargo, a veces ocurre que, por error, este sistema ataca el tejido sano del propio cuerpo, sin que exista la amenaza de los antígenos. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, cuando alguien padece lupus eritematoso sistémico (LES), más conocido como lupus, una enfermedad autoinmune crónica en la que el cuerpo genera un exceso de anticuerpos y, como consecuencia, se produce una inflamación vascular generalizada y se dañan las articulaciones, los músculos y otros órganos.
A pesar de que esta patología es más común en adultos –sobre todo en mujeres–, también puede darse en niños, con un pico de incidencia a los 12 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. Los síntomas del lupus pediátrico son muy diversos. De hecho, lo normal es que no haya dos casos iguales.
Síntomas del lupus
Así, según la Federación Española de Lupus (FELUPUS), los dos síntomas más característicos son dolor en músculos y articulaciones y fatiga extrema y debilidad. No obstante, los niños también pueden presentar otras molestias, como eritemas en las mejillas, dolores de cabeza, fiebre, pérdida de cabello y de peso, úlceras bucales o nasales, problemas en los riñones, dolor abdominal o mala circulación sanguínea, entre otros.
Debido al gran abanico de síntomas relacionados con esta patología crónica, los pediatras y especialistas tienen, en muchas ocasiones, dificultades a la hora de dar con el lupus. Algo que puede retrasar su diagnóstico y, por tanto, el comienzo de un tratamiento precoz que evite un daño mayor en ciertos órganos, como el corazón o los riñones.
Tratamiento del lupus
A día de hoy, se desconocen las causas por las que aparece el lupus, para el que tampoco existe, de momento, una cura. Sin embargo, un tratamiento adecuado puede ayudar a sobrellevar esta enfermedad y reducir el estrés asociado a convivir con ella. Para aliviar estos síntomas, la terapia utilizada en los niños es similar a la que se administra en adultos. Entre los medicamentos utilizados, están los corticosteroides y los inmunosupresores, siempre y cuando garanticen la salud y no supongan un impacto en el crecimiento y correcto desarrollo de los niños con esta afección crónica.
De todos modos, el tratamiento no solo es farmacológico. Es muy importante evitar, sobre todo, los factores que pueden desencadenar algún brote o crisis de la enfermedad. Para ello, los niños con lupus deben protegerse de la exposición a los rayos ultravioletas del sol, ya que favorece la aparición de las manchas en la piel. Asimismo, deben mantener una dieta baja en sal y prevenir las infecciones. Los padres, por su parte, deberán concienciar a sus hijos sobre la importancia de mantener la medicación, así como que acepten el hecho de tener que convivir con una enfermedad.