Llega el verano y con él, el mayor número de horas de luz y sol, lo que expone a todas las personas a una mayor radiación solar ante la que es preciso estar protegido. En el caso de los niños es importante extremar esa precaución puesto que son los más vulnerables y los que más tiempo suelen pasar en piscinas o playas y, por tanto, pasan mayor tiempo expuestos. Por ello desde la Sociedad Valenciana de Pediatría queremos ofrecer los siguientes consejos a las familias para proteger del sol a los niños:
- Hacer un uso adecuado de las cremas de protección solar: hay que tener en cuenta que no deben usarse en bebés menores de 6 meses. De hecho, estos no deberían exponerse al sol pues tienen una piel muy sensible ante las quemaduras. A partir de esa edad, será preciso prestar atención a la edad adecuada para cada protector y a que sean resistentes al agua.
- Limitar el tiempo de exposición: aunque usemos protección solar, ésta no exime de daños. El Factor de Protección Solar (SPF) para niños debe ser el máximo, es decir, el de 50. Cuanto más alto es el factor más tiempo puede proteger y necesitará aplicarse menos veces, aunque siempre habrá que aplicarlo de nuevo a las dos horas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que solo protegen durante un tiempo, y que después de ese tiempo la exposición a la radiación UV es dañina.
- Evitar las horas centrales del día: se debería evitar la exposición entre las 12 y las 17 horas debido a la mayor elevación solar, pues la radiación solar UV es muy alta en las horas centrales del día.
- Proteger la cabeza: es importante proteger con gorra o gorrito la cabeza de los más pequeños, incluso con sombreros con alas. También será importante el uso de ropa ligera y fresca y que cubra la mayor parte del cuerpo.
- Procurar una hidratación adecuada: es fundamental ofrecer agua con frecuencia a los niños, pues son, junto a las personas, mayores los más vulnerables a sufrir un golpe de calor y también servirá para paliar los efectos del sol sobre la piel.
- Usar gafas de sol: es importante que los niños también utilicen gafas de sol con filtro para rayos UV para proteger la piel que rodea a los ojos, que es muy delicada, y prevenir la aparición de enfermedades oculares como las cataratas.