Del 1 al 7 de agosto la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA) organiza la Semana Mundial de la Lactancia Materna con el propósito de resaltar sus beneficios para la salud infantil y concienciar sobre la importancia de apoyarla y promoverla desde las primeras horas de vida. El lema de este año es ‘Pilar de vida’ y pretende resaltar que la lactancia materna es una solución universal que mejora la salud, el bienestar y las oportunidades de supervivencia de mujeres, niñas y niños de todo el mundo.
En 2018 los objetivos que se persiguen son los siguientes:
- Informar sobre los vínculos entre la lactancia materna y la adecuada nutrición, la seguridad alimentaria y nutricional y la reducción de la pobreza
- Presentar la lactancia materna como la base de la vida
- Involucrar a la población y organizaciones para tener un mayor impacto
- Impulsar iniciativas para promover los fines anteriores
Beneficios de la lactancia materna
La lactancia materna tiene beneficios sobre la salud tanto para la madre como para el niño o niña. Por un lado, ayuda a la progenitora con el espaciamiento entre los nacimientos, la reducción del riesgo de cáncer de mama y ovario y la disminución del riesgo de hipertensión. Mientras que en el caso de los hijos previene las enfermedades infecciosas, disminuye la incidencia y gravedad de la diarrea, las infecciones respiratorias y otitis media aguda, previene la caries dental y la aparición de mal oclusiones y aumenta la inteligencia. Por otro lado, se estima que la lactancia materna reduce el riesgo de obesidad y sobrepeso en un 10% en comparación con la alimentación con fórmula. También en países de bajos y medianos ingresos, los bebés que fueron amamantados tenían un 21% menos de riesgo de muerte en el primer año de vida, en comparación con los bebés que nunca fueron amamantados.
Lactancia materna: recomendaciones de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan iniciar la lactancia materna de forma temprana, dentro de la primera hora después del nacimiento, realizarla de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y continuada hasta los 2 años de edad o más, con la incorporación de alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros a partir de los 6 meses.
La protección, la promoción y el apoyo de la lactancia materna son cruciales para la salud del planeta y de su población, ya que más allá de los beneficios para los niños, es la base del desarrollo de un país, pues puede ayudar a romper el ciclo de la pobreza. De hecho, no amamantar se asocia con pérdidas económicas de aproximadamente 302 mil millones anualmente o el 0,49% del producto mundial bruto nacional.
Los bebés que no son amamantados tienen en términos globales un coeficiente intelectual ligeramente más bajo, lo que reduce las posibilidades de alcanzar un mejor nivel educativo y, en consecuencia, podrían disponer de unos menores ingresos laborales posteriores. Por otro lado, las bajas tasas de lactancia materna contribuyen al aumento de posibilidades de que el bebé contraiga enfermedades, lo que conlleva a mayores gastos en atención médica y tratamientos. Por último, la producción, el envasado, el almacenamiento, la distribución y la preparación de las fórmulas infantiles contribuyen al daño medioambiental.
La participación de diferentes partes interesadas de los sectores de la salud, la comunidad y el lugar de trabajo, incluidas las autoridades locales, puede contribuir a crear una cadena afectiva de apoyo para las madres que amamantan. Por ello desde la Sociedad Valenciana de Pediatría queremos contribuir también a ese mensaje de apoyo y fomento de lactancia materna por sus múltiples beneficios para la vida.