- La Sociedad Valenciana de Pediatría defiende que no cuentan con los medios necesarios y solicita la consolidación del número de plazas de pediatría en la Comunidad Valenciana
- Recuerdan que aún no se conocen con certeza todos los efectos del coronavirus en los niños ni su papel en la transmisión de la enfermedad
La Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) alerta sobre los insuficientes recursos en pediatría de Atención Primaria frente a la Covid-19 de cara a posibles rebrotes en niños y adolescentes. Para garantizar la continuidad del servicio y la seguridad de médicos y familias, los especialistas reclaman mejorar la protección individual y adaptar las estructuras asistenciales con nuevos circuitos para diferenciar a los pacientes según el motivo de la consulta, así como llevar a cabo reformas para poder proporcionar la asistencia necesaria en este contexto.
También piden consolidar el número de plazas de pediatría y promover su ocupación real por estos profesionales para asegurar un servicio de calidad, que permita el diagnóstico y seguimiento adecuado de los casos de coronavirus. Luis Carlos Blesa, pediatra y presidente de la SVP, defiende que “si ya antes la situación en Atención Primaria era inadecuada, esta pandemia ha evidenciado de forma notable las carencias del sistema. Para ello, desde la Administración, deben realizarse las modificaciones necesarias para que las plazas de pediatría resulten atractivas para los escasos pediatras disponibles y evitar que busquen otros destinos profesionales o emigren de la Comunidad.” Según sus datos, se prevé que la tasa de pediatras descienda aún más en los próximos años debido a la jubilación de muchos de los profesionales ahora en activo.
Actualmente, en la atención pediátrica de la Comunidad Valenciana, se realiza una media muy elevada de teleconsultas de pediatría a lo largo del día y unas menores consultas presenciales, algunas de ellas por sospecha de posible coronavirus y otras por revisiones de salud o vacunaciones, entre otros motivos. En este escenario, desde la SVP reclaman que no cuentan con los medios suficientes para cubrir la alta demanda de atención sanitaria que se prevé en el otoño.
Por otro lado, los pediatras recuerdan que aún se desconocen con certeza todos los síntomas que el Covid-19 puede provocar en los niños, así como cuál es su papel, más o menos relevante, en el contagio a otros menores y a adultos. En palabras de Luis Carlos Blesa, “al principio de la pandemia desconocíamos muchos datos de la COVID-19 en niños, sin embargo, hemos ido descubriendo nueva sintomatología, como por ejemplo la aparición de lesiones dermatológicas en la piel de los menores, o su papel, parece que poco importante, en la transmisión del virus.” Así, esta nueva patología, con los protocolos estrictos que exige, unida a los casos habituales de otras infecciones respiratorias, entre ellas gripe y virus respiratorio sincitial (VRS), propias del otoño y la vuelta al cole, pueden poner en peligro la adecuada atención sanitaria pediátrica, por la saturación que conllevará. “Y debemos estar bien preparados para afrontar el aumento de la demanda de asistencia sanitaria pediátrica que se va a producir al final del verano” explica el pediatra.
La recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) es facilitar a los pediatras, junto con los medios humanos, físicos y tecnológicos necesarios, formación continua y actualizada sobre la evolución de la pandemia y protocolos actualizados en función de la situación de cada momento.
A pesar de ello, desde la SVP afirman encontrar muchas dudas al respecto de las metodologías a seguir, que consideran deberían estar reguladas antes de la apertura de los colegios. “Si un niño de 3 años tiene fiebre de 1 hora de evolución, ¿le hago PCR y aíslo a la familia hasta el resultado? Si el resultado es positivo, ¿aíslo a toda la clase incluidos padres y profesores? Tenemos aún muchos aspectos que evaluar y protocolos que establecer” señala Mara Garcés, pediatra y directora web de la SVP. Unas preguntas en cuya respuesta se espera la participación de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Comunidad Valenciana.
La teleconsulta es un recurso necesario, pero también la atención presencial
El confinamiento y la desescalada han puesto en valor la teleconsulta como un recurso útil para los pediatras y médicos de Atención Primaria, ya que permite regular el flujo de pacientes de los centros de salud. Pese a ello, una encuesta realizada por el Foro de Médicos de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana ha desvelado que el 86% de los pediatras y médicos de familia de esta comunidad asegura que su centro no ha recibido los recursos tecnológicos anunciados por la Conselleria de Sanitat para favorecer las consultas telemáticas. Por ello, es imprescindible mejorar la capacidad telefónica e implementar recursos que permitan la videoconferencia, con una mayor rapidez y agilidad en la transmisión de información, y el mantenimiento de la privacidad de los datos.
En este sentido, “debemos seguir usando la teleconsulta como un filtro para limitar el contacto entre pacientes, pero sin perder el gran valor de la relación con el pediatra de Atención Primaria” explica Luis Carlos Blesa. “Debe ser prioritaria también la atención presencial del paciente crónico y de otros motivos de salud, especialmente la urgente, cuando así se requiera, y la continuidad de las revisiones de salud, vacunaciones y demás medidas de promoción y prevención de la salud infantojuvenil.” Todo ello obliga a una nueva distribución, diferenciada y apropiada, de los espacios y tiempos de consulta.