Ejercicios para fomentar la movilidad y psicomotricidad de los niños

A causa de la propagación del Covid-19, los niños han visto alterada su rutina diaria, en la que se incluían el deporte, las clases de gimnasia y las actividades extraescolares, A pesar de ello, durante la desescalada y posteriormente en la nueva normalidad, es esencial que los menores continúen realizando actividad física, tanto al aire libre como dentro de casa, para cuidar su estado de salud, potenciar su psicomotricidad y coordinación y combatir la obesidad infantil. Con ese propósito, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría aconsejamos a las familias una serie de ejercicios beneficiosos para los niños según su edad.

En general, practicar deporte aporta múltiples beneficios a los niños. Además de los ya mencionados, en estos momentos de incertidumbre y continuos cambios, les ayuda a conocerse a sí mismos y mejorar su autoestima, así como les enseña a potenciar sus habilidades y aceptar sus limitaciones. Por otro lado, favorece el buen funcionamiento del sistema inmune y les ayuda a descansar mejor, incluso en el caso de los adolescentes. Es también una buena herramienta para limitar el tiempo de uso de las pantallas, que conducen a un mayor sedentarismo.

Actividad física y juegos para niños menores de 5 años

Realizar juegos con los niños de menos de 5 años les ayuda a mejorar su psicomotricidad y propiocepción. En la calle, durante los paseos, podemos motivar a los pequeños a recorrer circuitos con patinetes o triciclos o hacer pequeñas carreras, sobre todo si tienen hermanos con los que entablar una sana competición. Pero a estas edades, la actividad física se desarrollará sobre todo dentro de casa.

Entre los 2 y los 3 años podemos comenzar la iniciación en las habilidades gimnásticas con volteretas, equilibrios sencillos a diferentes alturas o reptando. Siempre con cuidado de que no se hagan daño con muebles u objetos de la casa. También se puede incentivar los niños a realizar carreras con diferentes características: de frente, de lado, de espaldas, cruzando las piernas, dando saltos, etc… De esta forma mejoran su coordinación y activan su musculatura.

Posteriormente, entre los 4 y los 5 años, podemos sumar a las carreras nuevas trayectorias y desplazamientos, así como la consecución de nuevos objetivos, como atrapar la bandera o la ejecución de otros ejercicios entre medias. Se pueden incorporar además los juegos de mímica e imitación, muy divertidos para los niños. También es recomendable comenzar a realizar actividades de mayor impacto que contribuyan al refuerzo de los huesos, como saltar a la comba.

Por otro lado, podemos aprovechar los ratos dentro de casa para bailar con los niños, ya sea de forma libre o repitiendo secuencias rítmicas básicas. Así comenzarán a interpretar el deporte como una actividad entretenida y que pueden realizar en familia.

Recomendaciones para niños de entre 5 y 17 años

A partir de los 5 años, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda que los niños realicen actividad física moderada o vigorosa durante un mínimo de 60 minutos diarios. Principalmente actividad aeróbica, para mejorar la capacidad pulmonar y cuidar el sistema cardiovascular, combinada con actividades de fuerza para el fortalecimiento muscular y óseo tres veces a la semana.

A partir de estas recomendaciones, en la calle la carrera vuelve a ser una opción válida para los niños en edad escolar. Así como realizar circuitos en bicicleta o en patines como actividad aeróbica. Manteniendo en todo momento la distancia de seguridad con otras personas y haciendo uso de la mascarilla para evitar el contagio por Covid-19.

Estas actividades de resistencia se pueden complementar con series de ejercicios en casa, como sentadillas, zancadas o series de saltos. De esta forma los niños se comienzan a habituar al ejercicio funcional, el entrenamiento con nuestro propio cuerpo que ha demostrado un amplio beneficio para la salud. En días alternos se pueden incorporar a la rutina de entrenamiento sesiones de estiramientos o clases de yoga para niños. Dos actividades con las que mejorar la flexibilidad y el equilibrio. Para los niños más inquietos, incluso jugar al Twister puede ser una buena opción.

Otra alternativa es bailar. Como para los niños de menor edad, el baile al ritmo de la música les aporta múltiples beneficios a la vez que les divierte. Los niños de más de 5 años y los adolescentes ya pueden realizar coreografías con movimientos complejos y seguir los pasos de un monitor. Por ello, la zumba ha sido una de las actividades estrella durante el confinamiento para cuidar la salud y prevenir la obesidad infantil.

En el día a día, podemos contribuir igualmente a la incorporación de hábitos saludables, como realizar los desplazamientos a pie o subir por las escaleras en lugar de usar el ascensor o las escaleras mecánicas. Al final, el mensaje clave que debe calar en los niños es que cualquier tipo de actividad cotidiana es mejor opción que el sedentarismo.

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