El verano ya ha llegado y con él los campamentos estivales para niños y adolescentes. Con las vacaciones escolares recién estrenadas, es el momento de buscar otras opciones de conciliación familiar o aprovechar estos meses para disfrutar de actividades lúdico-deportivas que se ajusten a los intereses del niño. Sin embargo, la búsqueda de uno para este año, marcado aún por la Covid-19, hace que sean varios los factores a tener en cuenta para que sea seguro.
Acudir a una escuela de verano puede ser muy beneficioso para la salud mental de niños y adolescentes que han sido uno de los grupos de edad que más restricciones ha tenido que asumir durante la pandemia. Ya que permitirá que sigan con una rutina horaria, eviten el abuso de pantallas, realicen ejercicio y mantengan relaciones con sus iguales.
Aunque la evolución de la pandemia es bastante positiva y la situación no tiene nada que ver con el inicio del curso el pasado mes de septiembre, algunas recomendaciones siguen siendo las mismas. Incluso con la no obligatoriedad del uso de mascarilla al aire libre, un hecho que nos permite acercarnos a la ‘vieja normalidad’, pero que no debe evitar que se emplee si no se puede mantener la distancia.
Los campamentos de verano mantendrán los grupos burbuja, la distancia social, el uso de mascarilla en las condiciones en las que sea precisa, la higiene de manos, la ventilación o la toma de temperatura y control de síntomas.
Medidas de seguridad frente a la covid-19
- Mascarilla. Se seguirá utilizando en interiores y en exteriores si no es posible mantener la distancia o si se trata de una actividad en la que pueda existir una aglomeración de niños.
- Manos. El lavado de manos con agua y jabón y el uso de gel hidroalcohólico son fundamentales para una correcta higiene. Se trata de una prevención esencial que sirve para cerrar la puerta a bacterias, virus y hongos.
- Ventilación. Es una medida muy eficaz para evitar la concentración del virus. Así, tanto edificios como tiendas de campaña deberán estar bien ventilados.
- Aforos. Están establecidos en función de la fase en la que se encuentre cada comunidad autónoma. Se recomienda un aforo del 50% en tienda de campaña y del 75% en albergue juvenil. Puede ser eficaz que los niños duerman de tal forma que los pies de uno coincidan con la cabeza del siguiente niño.
- Grupos burbuja. Esta medida se aplica a todos los menores de 6 años y en muchos campamentos se extiende a niños mayores. Se evitan las interacciones con personas ajenas al núcleo. También se desaconsejan las visitas de los padres, en el caso de campamentos de larga duración.
- Control de los síntomas. Toma de temperatura al llegar a todos los niños. En el caso de que alguno presente síntomas compatibles con la covid como tos, fiebre, pérdida de olfato o dolor de cabeza, se deberá realizar un test de antígenos o una prueba PCR.
- Aire libre. Se aumentarán los juegos y actividades de exterior.
Otras medidas de seguridad
Por otra parte, no hay que olvidar las precauciones habituales de cualquier verano como el uso correcto de medidas de protección solar y una correcta hidratación para evitar golpes de calor. También el verano puede ser un momento en el que los piojos hagan su aparición por lo que se deben tener en cuenta las medidas higiénicas que eviten el contagio a otros niños.
En el caso de actividades acuáticas, los niños deberán estar siempre bajo la vigilancia de un adulto. Si no saben nadar, deberán utilizar elementos de flotación, como los chalecos, de forma adecuada. Hay que extremar las precauciones en pozas o ríos porque son zonas peligrosas en las que no hay socorrista.