La limpieza de las manos con gel hidroalcohólico ya forma parte de nuestro día a día. Tanto en casa como en el colegio los niños y adolescentes se han acostumbrado a desinfectar sus manos con asiduidad como una de las medidas más efectivas para prevenir el contagio de Covid19. A pesar de su efectividad y su utilidad, si los niños son muy pequeños o sufren de alguna enfermedad cutánea, el gel hidroalcóloco puede no ser los más adecuado para su higiene de manos. Los principales efectos nocivos que hemos visto que pueden provocar en los menores es la intoxicación y el empeoramiento de la dermatitis atópica. Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) explicamos a las familias qué deben hacer en estos casos.
Intoxicación por ingesta o contacto
Dado que, como su propio nombre indica, estos geles tienen una alta composición de alcohol, su ingesta o uso inapropiado puede poner en riesgo la salud de los niños. Los niños de menor edad se pueden ver atraídos a ingerir o chupar su contenido debido a que suelen contener aromas o estar en envases atractivos para ellos. Además de la ingesta, se pueden producir afecciones por el contacto del producto con los ojos o las comisuras de la boca. Por ello, la primera recomendación es mantenerlos siempre fuera de su alcance y que sea el adulto el que facilite el gel a los niños cuando sea necesario lavar sus manos. Así mismo, recomendamos emplear envases con cierre de seguridad.
Los principales síntomas de una intoxicación serán la irritación de la boca o los ojos y los vómitos. En el peor escenario, muy poco habitual, los niños pueden mostrar dificultades para respirar o para mantenerse despiertos, junto con una bajada de azúcar.
Si tenemos la sospecha de que los niños han podido ingerir cierta cantidad de gel hidroalcohólico recomendamos mantener la calma, no provocar el vómito y ponerse en contacto con el Instituto Nacional de Toxicología, el Servicio de Emergencias o su centro de salud de referencia para poder consultar las dudas y recibir asesoramiento. En el caso de un simple contacto con los ojos y la boca bastará con lavar la zona afectada con abundante agua para eliminar todos los residuos. Si el aspecto del niño empeora o se observan síntomas de mayor gravedad, como los indicados anteriormente, se debe acudir al centro de Urgencias para una revisión médica en profundidad.
Y no hay que olvidar el riesgo de quemaduras, ya que el alcohol que contiene el gel es inflamable. Durante estos meses los pediatras hemos visto algún caso de quemaduras por accidente, al jugar los niños y contactar con el fuego, cosa que por otro lado hay que evitar siempre.
Irritación de la piel atópica
Por otro lado, el uso de los geles hidroalcohólicos puede empeorar los síntomas de la dermatitis atópica y propiciar la aparición de sequedad, descamación o irritación en las manos. Debemos tenerlo muy en cuenta dado que, según datos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), la dermatitis atópica es la enfermedad crónica de la piel más frecuente en niños, con una prevalencia de entre el 6 y el 15%.
Dado que, a pesar de ello, en los colegios se ha implantado el uso de estos productos para garantizar la seguridad de los menores, nuestra recomendación como pediatras es, una vez en casa, aplicar a los niños una crema hidratante y emoliente para contrarrestar la sequedad de las manos y reducir las molestias. Al mismo tiempo, se debe consultar con el médico especialista si, según el grado de la dermatitis, es necesario aplicar otro tipo de tratamiento cutáneo para reducir los eccemas y erupciones.
En conjunto, tanto para evitar posibles intoxicaciones como para reducir las molestias de los niños con dermatitis, lo mejor será reducir el uso del gel hidroalcohólico a los contextos necesarios, intentando sustituirlo por el lavado de manos con agua y jabón de pH neutro para dañar su piel lo menos posible.
Sin olvidarnos de la mascarilla y la distancia de seguridad
La adecuada higiene de manos siempre debe ir acompañada del resto de medidas de prevención del Covid19, especialmente el uso de la mascarilla y la distancia de seguridad. Los niños pueden despistarse y olvidarse de alguna de ellas cuando están jugando, por ello es importante que les ayudemos a comprender su importancia y les recordemos, si es de forma lúdica y educativa mejor, las normas que deben seguir para la seguridad de todos.
Estas indicaciones cobran especial importancia en estos días de vuelta al cole después de las vacaciones de Navidad, cuando, en el entorno familiar, el cumplimiento de las normas se ha podido relajar y, al pasar más tiempo en casa, los niños han perdido de vista la mascarilla.