Este otoño, el inicio de la campaña de vacunación antigripal se ha adelantado a la primera semana de octubre debido a la alta importancia de prevenir la incidencia de la gripe en el actual contexto de pandemia a causa del Covid19. Por ello, en previsión de una posible coincidencia del virus de la gripe con el coronavirus, ambas epidemias sin tratamientos específico altamente efectivo, los profesionales médicos consideramos prioritario prevenir el impacto de la gripe aumentando la cobertura de vacunación en niños y adultos. En este escenario, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría explicamos a las familias cuáles son los grupos de niños de vacunación prioritaria y cuál es el protocolo que deben seguir para solicitar la vacunación.
En general, la principal recomendación es garantizar la vacunación en niños y adolescentes con un mayor riesgo de presentar complicaciones y en aquellos que pueden transmitir la enfermedad a personas más vulnerables, como ancianos o adultos con enfermedades crónicas. Seguimos así la línea marcada por el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Entrando más en detalle, estos son los grupos pediátricos para quienes es prioritario recibir la vacuna frente a la gripe:
- Niños de más de 6 meses y adolescentes con riesgo de sufrir una gripe complicada debido a circunstancias específicas o enfermedades de base. Se incluyen entre estas enfermedades, por ejemplo, las patologías respiratorias crónicas, patologías caridovasculares o cualquier tipo de cáncer. También suponen un grupo de riesgo los niños prematuros, con desnutrición moderada o grave y los niños con obesidad. Puedes consultar el listado completo en el documento de recomendaciones del CAV-AEP.
- Niños sanos de más de 6 meses y adolescentes que convivan con pacientes de riesgo.
- Personas que conviven con menores de 6 meses.
- Embarazadas. Tanto para su protección como para la de su futuro hijo.
La vacuna de la gripe está contraindicada para bebés de menos de 6 meses de edad. Después de los 6 meses, se administra una única dosis de vacuna antigripal, excepto a los niños a los que nunca se les ha administrado esta vacuna, a quienes el Ministerio de Sanidad recomienda recibir dos dosis con un intervalo de 4 semanas.
Así, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría insistimos en la importancia de establecer una clara priorización de los colectivos pediátricos para los que existe esta indicación de vacunación. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) consideran que la vacunación antigripal infantil universal debería ser un objetivo a valorar, esta recomendación de ampliar la vacunación corresponde a las autoridades sanitarias y debe establecerse considerando diversos aspectos, como la disponibilidad de dosis suficiente de vacunas. Más aún en la situación actual de pandemia.
Cómo solicitar la vacuna de la gripe
Las familias de los menores incluidos en los grupos de riesgo ya mencionados deberán contactar con su centro de salud para solicitar cita previa para la administración de la vacuna, por los mismos canales que lo hacen habitualmente. El objetivo es evitar la saturación de la Atención Primaria y posibles aglomeraciones en las instalaciones médicas.
A lo largo de sucesivas campañas, la vacunación ha demostrado ser muy segura y altamente eficaz en la reducción de casos de hospitalización provocados por el virus de la gripe. Acorde con los datos oficiales, en los mayores de 65 años, en la temporada 2019-2020, se estima que la vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de ingresos en UCI y el 37% de las defunciones a causa de la gripe. De esta forma, administrando la vacuna a los niños les protegemos frente a la infección, a la vez que protegemos a las personas más vulnerables de su entorno.
Junto con la vacunación infantil, consideramos esencial la administración de la vacuna de la gripe a los profesionales sanitarios y todos los pediatras como medida de protección propia y como expresión de solidaridad social, de ejemplaridad y responsabilidad ante los pacientes. Sobre todo, en un contexto donde la principal prioridad es cuidar y proteger la salud pública.
