¿Cómo elegir un SRI para viajar seguro en el coche?

Cuando emprendemos un viaje en coche debemos asegurarnos de tener la máxima seguridad posible para todos los ocupantes del vehículo. Por tanto, es pertinente controlar todos los elementos que nos acompañan en nuestro viaje. Uno de ellos es el que atañe a los más pequeños de la casa, los más vulnerables. El sistema de retención infantil (SRI), conocido comúnmente como ‘la sillita del coche’, debe atender a una serie de condiciones y parámetros para que sea seguro.

La normativa vigente establece la obligación de que en los asientos traseros de un vehículo, los menores de edad con una altura igual o inferior a los 135 centímetros deben utilizar un dispositivo adaptado a su talla y peso. Hay tres excepciones: cuando el vehículo no disponga de asientos traseros, cuando esas plazas están ocupadas por otros niños con sistema de retención infantil o cuando no sea posible instalar en dichos asientos todos los SRI.

El SRI tiene como finalidad que los bebés y los niños estén sujetos adecuadamente y con seguridad en el caso de una frenada brusca o sufrir un accidente durante un viaje en carretera. Según la Dirección General de Tráfico (DGT),los datos demuestran que nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado los sistemas de retención obligatorios y que, en caso de accidente, las lesiones se reducen hasta en un 75% con un uso adecuado de los mismos”.

IR A CONTRAMARCHA AL MENOS HASTA LOS 4 AÑOS

Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría, concienciados de esta problemática, recomendamos que los pequeños viajen en la silla en el sentido contrario a la marcha (ACM) el máximo de tiempo posible. De este modo, se prevendrán de forma más efectiva posibles lesiones en caso de accidente.

NORMATIVA

A lo hora de elegir un sistema correcto de retención infantil lo primero que hay que tener en cuenta es que esté homologado. Estos dispositivos deben pasar un examen técnico que evalúe una calidad y seguridad mínimas antes de ser comercializados en el mercado. Por ello,hay que prestar atención al etiquetado que demuestra dicha homologación. Actualmente, los SRI pueden llevar una de estas dos etiquetas:

Las dos normativas europeas que regulan estos sistemas de retención son la ECE R44/04 y la i-SIZE. La primera de ellas establece tres grupos de sillas para los menores de distintas edades:

  • Grupo 0 y 0+. Para recién nacidos y bebés de hasta 13 kg., están diseñadas para ofrecer más protección a la cabeza, el cuello y la columna en caso de accidente. El bebé se sujeta con un arnés de cinco puntos y se deben usar en sentido contrario a la marcha.

  • Grupo 1. Para menores de 9 a 18 kg. En este caso, las sillas se colocan en el coche antes de sentar al bebé, que se sujetará mediante un arnés de cinco puntos.

  • Grupo 2 y 3. Para niños de 15 a 36 kg. Se basan en asientos y cojines elevadores que ajustan el recorrido del cinturón y modifican el punto de anclaje superior, ya que en estos casos los pequeños son demasiado grandes para las sillitas anteriores y todavía pequeños para usar el cinturón de seguridad del automóvil.

Por su parte, la normativa i-SIZE, más reciente que la anterior, entró en vigor con el objetivo de aumentar la seguridad de los niños. De hecho, exige más test evaluadores antes de que las sillas salgan al mercado.

“NO VEO AL NIÑO AL IR EN SENTIDO INVERSO, ¿LE PASARÁ ALGO?”

Debido a que la normativa exige, en el caso de los bebés y niños más pequeños, que la silla se coloque en el sentido inverso a la marcha, es habitual que muchos padres se preocupen por el estado de su pequeño durante el viaje. ¿Irá nervioso? ¿Se mareará? En este contexto, existen distintas soluciones para vigilar a los pequeños que van en esta posición, como los espejos colocados en las plazas traseras para que, en combinación con los espejos interiores, podamos ver al niño.

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