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Cinco pautas para elegir juguetes seguros para los niños

La navidad es una época del año de mucha ilusión para los niños, porque reciben regalos y tienen más tiempo para jugar con sus juguetes. Sin embargo, para los padres supone una responsabilidad, puesto que a veces surgen dudas sobre si los juguetes que se compran son los más adecuados y seguros para el niño.

Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) se ofrecen una serie de pautas para certificar que los juguetes que se compran en navidades son seguros y se ajustan a la edad del niño:

-Leer el etiquetado:

Un aspecto clave antes de comprar un juguete es prestar atención a su etiquetado. Es fundamental que el embalaje cuente con la marca “CE”, que indica que el juguete cumple con los requisitos de seguridad, sanidad y protección del medio ambiente exigidos por la Unión Europea. Además, es aconsejable asegurarse de que no aparecen advertencias sobre elementos tóxicos o inflamables.

-Seguir las instrucciones de seguridad:

En función de la edad del niño al que vaya dirigido el juguete, hay que tener en cuenta que sus piezas sean lo suficientemente grandes como para evitar posibles atragantamientos, ya que las piezas pequeñas elevan el riesgo de asfixia por aspiración. Por otro lado, si tienen pilas o baterías, o utilizan corriente eléctrica, es imprescindible comprobar que el aparato viene acompañado de instrucciones y advertencias específicas, para prevenir que se recalienten y puedan ocasionar un accidente. Las pilas de botón no deben ser accesibles para los niños dado que su tamaño facilita su ingesta por parte de niños pequeños y pueden quedar enclavadas en el esófago, lo que puede producir quemaduras en el mismo por contacto con la saliva.

Además, si el juguete tiene correas o cuerdas, es aconsejable verificar que no son tan largas como para enrollarse en el cuello del niño.

En cualquier caso, revisar las normas de seguridad del juguete evitará un uso incorrecto del mismo y reducirá el riesgo de que el niño sufra lesiones mientras juega.

-Un juguete adecuado para cada edad

Comprar juguetes con piezas pequeñas, bordes afilados o texturas viscosas a niños pequeños puede poner en riesgo su seguridad. Por ello, es recomendable que los juguetes se adecuen a la edad del niño. Paras bebés de seis a 12 meses, por ejemplo, son apropiados los sonajeros, peluches con sonido o carruseles musicales. Para niños de 1 a 3 años algunas propuestas adecuadas pueden ser correpasillos, carritos o pelotas, que ayudarán a desarrollar su capacidad de movimiento.

A partir de esta edad, pueden ser aptos juguetes algo más complejos, como puzzles o incluso bicicletas y patinetes, pero siempre teniendo en cuenta las recomendaciones de edad de los embalajes y las advertencias de seguridad. En cualquiera de los casos, es importante que los padres saquen tiempo para compartir los juguetes con sus hijos, tanto durante las Navidades como el resto del año.

-Limitar los dispositivos con pantallas:

El avance de las tecnologías está propiciando que cada vez sea más habitual regalar móviles, tablets o videoconsolas a niños pequeños. Sin embargo, se recomienda evitar que los menores de dos años usen juguetes digitales interactivos o aplicaciones móviles, en definitiva, cualquier tipo de pantalla. Y en cuanto al tiempo de uso, no es recomendable más de una hora diaria de media en niños y no más de 2 horas al día en adolescentes.

Además de limitar la creatividad y las interacciones sociales del pequeño, el uso excesivo de dispositivos con pantalla en edad preescolar puede ser un factor de riesgo de obesidad infantil, sobre todo en hogares ruidosos y sin rutinas establecidas, en las que se fomenta el uso de las mismas, según sugiere un reciente estudio publicado en la revista BMC Public Health.

-Juguetes que fomenten la creatividad:

Aunque la publicidad tenga una fuerte influencia en los gustos de los menores a la hora de elegir sus juguetes, es importante tener en cuenta que el juego de los niños debe contribuir a  fomentar su creatividad y su desarrollo cognitivo. De esta forma, juguetes tecnológicos que lo hagan todo por sí solos, o que no inciten a jugar con otros niños, propiciarán que el pequeño se canse pronto y deje de sentir curiosidad por el mismo.

Esto no implica que todos los juguetes tengan que ser estrictamente educativos, ya que se corre el riesgo de que el niño se aburra. Pero optar por juguetes que promuevan  la imaginación y la actividad física proporcionará más horas de juego y diversión al mismo tiempo que ayudarán a que el niño desarrolle satisfactoriamente sus capacidades cognitivas.

 

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