¿Por qué le duele la cabeza a los niños? Causas de la cefalea infantil

El dolor de cabeza es bastante frecuente en la edad pediátrica. Generalmente está relacionado con procesos que no entrañan gravedad y con desencadenantes externos. A pesar de ello, la cefalea suele generar malestar en los niños y ansiedad en las familias al desconocer su causa y si puede derivar en posibles complicaciones. Para evitarlo, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría explicamos cuáles son las principales causas del dolor de cabeza en los niños y adolescentes y cómo prevenirlo.

El primer paso será clasificar el dolor de cabeza en base a sus duración y frecuencia. Según su duración podemos hablar de cefalea aguda, de unas horas de duración, o crónica si dura varios días seguidos. Así mismo, debemos valorar si se trata de un episodio aislado, que ocurre de forma muy espaciada en el tiempo, o si tiene un carácter recurrente y se repite cada ciertos días.

Por otro lado, según su origen, podemos relacionar la cefalea con:

  • Infecciones víricas: una infección vírica leve puede provocar un dolor de cabeza de intensidad aguda que desaparecerá una vez remita la infección. En este caso bastará con administrar fármacos analgésicos, en la dosis adecuada para cada peso y edad.
  • Traumatismo craneal: después de un golpe en la cabeza es habitual que los niños sufran cefaleas, sobre todo si la zona se inflama y aparecen moretones. Conviene estar atentos a su evolución y consultar con el pediatra si el dolor no remite en las horas posteriores. Hablamos de golpes leves o de intensidad moderada, cualquier golpe grave debe ser revisado por los profesionales sanitarios de urgencias lo antes posible.
  • Defectos leves de visión: en ocasiones la cefalea puede ser resultado de problemas de visión y dificultades para leer y prestar atención durante las clases. La solución será la más sencilla: el uso de gafas.
  • Malestar psicológico: también se ha demostrado que determinadas situaciones que afectan al bienestar emocional de los niños, como la depresión o el acoso escolar, pueden provocar un dolor de cabeza prolongado en el tiempo, generalmente causado por unos altos niveles de ansiedad.

El pediatra valorará si se trata de una cefalea temporal desencadenada por alguno de los motivos previamente mencionados, o si el niño sufre de episodios de migraña o cefalea tensional. La cefalea tensional la vemos sobre todo en los adolescentes. Se trata de un tipo de dolor de cabeza bilateral o alrededor de toda la cabeza. Suele estar provocada por estrés y tiende a aparecer en las épocas de exámenes.

Características de la migraña

La migraña es la cefalea primaria más prevalente en la edad pediátrica. Es un dolor de cabeza de inicio más o menos repentino en un solo lado de la cabeza y con carácter pulsátil. Los niños lo suelen referir como que les late un lado de la cabeza o que notan los latidos del corazón, lo cual incrementa la sensación de dolor. Aunque en los menores no suele tener una intensidad tan alta, puede provocar náuseas, vómitos y sensibilidad extrema a las luces y los ruidos.

Los episodios de migraña suelen durar entre 2 y 72 horas, afectando sobre todo al rendimiento escolar de los niños y adolescentes, que encontrarán serias dificultades para concentrarse. Existen algunos factores de riesgo de la migraña, como el cansancio o la falta de sueño. También se ha demostrado que determinados alimentos pueden iniciar este dolor de cabeza, como es el caso del chocolate. Estos posibles factores desencadenantes serán analizados por el pediatra para valorar hasta donde llega su impacto en la salud de los pequeños.

Cuando se debe acudir al médico

En general, el dolor de cabeza infantil se puede tratar fácilmente con analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno. En los casos de migraña aconsejamos también favorecer el reposo de los niños en un ambiente tranquilo, sin ruido ni luces fuertes. Si el dolor continúa es recomendable acudir al centro de salud. También es importante consultar con el pediatra si:

  • El niño afectado tiene menos de 5 años.
  • Los vómitos son continuos durante un periodo de tiempo más o menos largo.
  • El dolor de cabeza les despierta e interfiere en el sueño.
  • Los niños manifiestan confusión o una alteración del nivel de conciencia.
  • Se producen alteraciones de la visión, el habla, la fuerza o la sensibilidad.
  • Sufren crisis epilépticas relacionadas con el dolor de cabeza.

En estos casos el pediatra acelerará la ejecución de diferentes pruebas de neuroimagen para realizar una valoración completa del estado de su sistema nervioso central y descartar posibles daños o patologías causantes de la cefalea. A pesar de ello, los pediatras insistimos en recordar a las familias que solo un pequeño porcentaje de los niños con cefaleas sufren un trastorno severo, por lo que lo mejor será mantener la calma y recurrir a los fármacos recomendados para aliviarlo.

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