Todo lo que debes saber sobre la Otitis Media Aguda en la infancia

Durante los tres primeros años de vida, es frecuente que los niños enfermen repetidas veces, ya que nunca han estado expuestos a los innumerables virus respiratorios que existen. Una de las patologías que con mayor frecuencia se produce en estas edades, y que más preocupación despierta en los padres, es la otitis. En concreto la Otitis Media Aguda (OMA), una infección que afecta al oído medio, la parte situada justo detrás del tímpano. Esta patología la sufren entre el 70-80% de los niños pequeños, sobre todo en sus primeros tres años de vida. De hecho, lo habitual es que desarrollen uno o varios episodios de otitis dentro de los cinco primeros años, según los datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Este grado de incidencia en los más pequeños se debe a varios factores. Por un lado, la inmadurez de su sistema inmunológico les hace vulnerables al ataque de virus y bacterias. Por otra parte, la trompa de Eustaquio, el conducto que conecta la nariz y los oídos, en los bebés y niños pequeños es más corta y horizontalizada que en los adultos. Esto hace que la mucosidad acumulada en el oído medio tarde más tiempo en eliminarse y pueda favorecer las infecciones por bacterias.

Síntomas y tratamiento de la otitis en niños

Como se ha mencionado, la OMA afecta a un gran porcentaje de niños, y no suele revestir gravedad. Su origen puede ser vírico, en la mayoría de las ocasiones, o bien bacteriano, y en función de ello será más conveniente un tratamiento u otro. Si el niño todavía no habla, se puede sospechar de una otitis cuando llora más de lo habitual, duerme mal y presenta fiebre elevada. Además, puede ir acompañado de síntomas de resfriado.

Esta patología suele solucionarse al poco tiempo sin necesidad de tratamiento antibiótico, tan solo algún analgésico o medicamento para la fiebre. Cuando la inflamación persista más de 2 días o los síntomas sean demasiado intensos, suele ser indicador de que la infección es bacteriana y el pediatra determinará entonces si es necesario el uso de antibiótico. En el caso de los bebés de hasta 6 meses, se suelen pautar antibióticos en el momento del primer diagnóstico.

Es necesario hacer un buen uso de los antibióticos para evitar que se generen resistencias bacterianas, uno de los actuales problemas de salud pública según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otitis recurrentes en niños

Otro aspecto que suscita dudas a muchos padres son las denominadas otitis recurrentes. Se denominan así cuando se producen tres episodios en menos de seis meses o cuatro en el último año. Por lo general, los niños que presentan este tipo de otitis de repetición, suelen tener antecedentes de este tipo de otitis en alguno de sus padres. Existe la creencia de que si esto ocurre, aumenta el riesgo de que el niño se quede sordo, pero según los datos, son pocos los casos en los que pasa.

Lo común es que el moco que se queda en el oído medio tras la infección, vaya saliendo poco a poco hacia la garganta para su eliminación, un proceso que tarda entre uno y tres meses. Cuando hay otitis recurrentes, este proceso no se completa, por lo que la cantidad de moco acumulada es mayor y puede empeorar la audición del niño. Ante estos casos el pediatra deriva al otorrinolaringólogo para que haga una valoración más exhaustiva de la situación el oído y evalúe si conviene operar para favorecer la salida del moco mediante tubos de ventilación.

Dentro de los factores que contribuyen a disminuir el riesgo de OMA, la lactancia materna ha demostrado que disminuye el riesgo en los niños más pequeños. La mejoría del sistema inmune junto con el crecimiento del cráneo, que favorece el crecimiento de la trompa de Eustaquio, hace que la OMA prácticamente sea anecdótica por encima de los cinco años de edad.

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