En invierno aumenta el riesgo de que los niños padezcan una otitis, una infección del oído. Este incremento se relaciona con los resfriados propios de los meses de más frío. En los resfriados aumenta la producción de moco en nariz y garganta, que al estar comunicados con el oído medio puede hacer que el moco se acumule también en el oído y produzca dolor (otalgia). En ocasiones los virus y bacterias de la garganta y de la nariz, llegan al oído medio y causan la infección. Es entonces cuando hablamos de otitis media aguda.
Se trata de una de las infecciones infantiles, más frecuentes. entre un 80 y 90% de los niños presentarán al menos un episodio de otitis durante los primeros años de su vida, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Es diferente de las otitis externas, donde lo que se inflama es el conducto auditivo externo, y características del verano al mantenerse húmedo por baños en mar o piscinas. En los casos de otitis media aguda, el dolor de oídos suele ir acompañado por fiebre y otros síntomas similares a los del resfriado común. En este caso se recomienda solicitar cita con su pediatra quien realizará una exploración de los oídos del niño.
El pediatra valorará cuál es el tratamiento más adecuado para el menor. Dependiendo de la evolución de los síntomas y el grado de infección, los tratamientos más habituales son:
- Pautar ibuprofeno y paracetamol en la dosis recomendada según edad y observar la evolución durante los 2-3 días posteriores. Generalmente, en la mayoría de casos leves, los síntomas remiten sin generar mayores complicaciones.
- Antibióticos orales: se recomienda administrarlos en lactantes menores de seis meses, si presentan otitis media aguda bilateral (en ambos oídos), síntomas severos (fiebre de más de 39 grados, dolor de oídos intenso de más de 48 horas de evolución o afectación del estado general) o supuración.
En el resto de casos se puede pautar ibuprofeno y ver la evolución en 48 horas ya que la gran mayoría de las otitis medias agudas son de origen vírico, por lo que no siempre es necesario dar antibióticos. No existe evidencia de que mucolíticos, antihistamínicos o gotas óticas sirvan para aliviar los síntomas o mejorar la evolución.
Al mismo tiempo, recordamos que los antibióticos solo deben ser facilitados a los niños bajo supervisión médica y se deben tomar en la dosis y tiempos indicados. Un consumo abusivo de antibióticos puede generar problemas futuros en el tratamiento de las infecciones.
¿Qué podemos hacer para prevenir la otitis media aguda?
Para evitar las otitis medias agudas, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) aconsejamos a las familias seguir las siguientes pautas y recomendaciones.
Lo principal para evitar las otitis es intentar disminuir los catarros. Para ello es clave seguir los consejos que siempre damos para prevenir cualquier tipo de infección: mantener una adecuada higiene de manos, beber abundante líquido y realizar una adecuada ventilación de interiores.
Durante las infecciones respiratorias se pueden realizar los lavados nasales. Consisten en, tras colocar al niño en posición tumbada con la cabeza de lado, introducir suero fisiológico, o una solución salina, por cada uno de los orificios de la nariz. Esto es útil para que el moco sea más fluido y favorecer su expulsión.
Por otro lado, es muy importante la vacunación contra determinadas bacterias, como la vacuna frente al neumococo y haemophilus (ambas incluidas en el calendario vacunal), dado que protege a los niños de la otitis media aguda, producidas por estas bacterias. Por ello los pediatras insistimos en la importancia de mantener actualizado el calendario de vacunación infantil y acudir a los controles de salud.